El metro de Londres

Como todavía tengo la cabeza en Londres ("¿no tenías la mente en Japón?", preguntaréis; pues no, después de estos días, la tengo en Londres), hoy voy a hablaros un poco del metro.

El metro está bastante bien, aunque como el de Madrid, ninguno. Por lo pronto, no tiene aire acondicionado y en hora punta es insoportable: era a la hora punta a la que siempre lo cogíamos para volver a cenar, así que... a esa hora, la gente vuelve de trabajar y está lleno, lleno, lleno. Otra cosa es el precio: lo mejor es comprarte una Travel card (o la Oyster si vas a estar un mes o más), que es como el abono transportes pero para una semana (por ejemplo), y lo que no debes hacer es ir tirando de "sencillos" (un viaje), porque te arruinas: es carísimo.

Otra cosa "curiosa" son los trasbordos: son larguísimos (hay que caminar un montón y subir y bajar muchas escaleras) y tienes que tener mucho cuidado, porque seguro que te equivocas. El ejemplo por excelencia era la estación de Bank: era un auténtico Gran Prix. E incluso hay veces que tenías que salir a la calle para hacer el trasbordo (también por eso el billete "sencillo" no es una buena idea). Ah, y la gente te tiraba a un lado en cuanto podía...

Además, cuando tocaba cerrar las puertas, el conductor lo hacía sin ningún cuidado... así que tenías que ir con mucho ídem. Además, de la noche a la mañana, te cerraban estaciones e incluso líneas...

Cómo se parece al de Madrid, ¿eh? ¿O será al revés...?



Luego está el clásico Mind the gap, como aquí el Atención, estación en curva; al salir, tengan cuidado para no introducir el pie [pausa] entre coche y andén. Pero eso sí que es un gap... muchas veces, tenías que utilizar la pértiga para bajarte del metro... [/exageración]

Nuestra residencia estaba un poco lejos del centro (en la zona 2, que sería como la B aquí, en Madrid. No sé cómo irá en otras ciudades), pero estaba muy bien comunicado y no se tardaba demasiado (eran más los trasbordos que otra cosa: era con lo que más se tardaba).