Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

jueves, 5 de julio de 2012

Actualización

¿Cuánto tiempo hacía que no actualizaba de verdad? Creo que puede medirse no ya en meses, sino incluso en años, y he de admitir que eso me apena, pues son muchas las horas que dediqué a este blog, al contenido de sus entradas, al diseño... 

Ahora bien, ¿qué tengo que contar? ¿Qué puedo contar? Son muchas las cosas que me han sucedido, sí, claro, pero creo que el momento de escribir un blog de forma tan detenida (por decirlo de alguna forma) como lo hacía en su momento ya ha pasado.

Sin embargo, como decía, no quiero abandonar este proyecto y más ahora que tengo (o tendré) una razón para actualizarlo con contenidos interesantes (?) o, al menos, nuevos. Lejos de contar qué es de mi vida (que creo que nunca llegué a hacerlo [o no lo hice demasiado]), podré hablar de los nuevos acontecimientos que me ocurrirán este curso. 

Para ello, ¿debería hacer un nuevo blog (conservando este, por supuesto) o debería seguir actualizando este? Creo que voy a hacer lo primero, dado que se trata de una nueva etapa en mi vida y quiero darle un diseño nuevo, además de que quiero conservar este blog con todo lo que escribí en su momento, sin cuestionarlo ni modificarlo ni un ápice.

¿Y cuáles son los nuevos acontecimientos? En primer lugar, he acabado la carrera (y cuando empecé el blog  estaba, si no recuerdo mal, en 4.º de la ESO, cómo pasa el tiempo...), por lo que ya soy licenciada en Traducción e Interpretación (y próximamente seré traductora e intérprete jurada de inglés, que tampoco está mal). El cambio que se va a producir en mi vida se debe a que da comienzo una nueva etapa que, aunque no es exactamente la vida laboral, se le parece, pues me han concedido una beca para irme a Francia (a Burdeos, concretamente) como auxiliar de conversación de español, esto es, a enseñar español allí. Y este es el cambio radical, pues voy a pasar de vivir cómodamente con mis padres en un entorno de sobra conocido a vivir por mi propia cuenta (sí, la beca incluye una remuneración, aunque mínima), valiéndome por mí misma ¡y todo esto, en francés!

Así, tengo la intención de contar lo que me vaya pasando allí, mis impresiones, mis comentarios, sitios interesantes que vea y todo lo que surja, en definitiva.

Doy las gracias a aquellos que todavía leen mi blog y espero que el nuevo que cree esté tan animado como lo estuvo este en los buenos tiempos, porque escribir un blog y saber que te leen es una experiencia muy reconfortante.

Nada más por mi parte... por el momento.

martes, 15 de noviembre de 2011

Creo que algún día actualizaré

Sí, así es: la advertencia de vulneración de derechos de autor por mi parte en una entrada bastante antigua, en concreto, la de mi viaje a Holanda, ha sido la que me ha animado a volver a mi e-mundo particular. En cualquier caso, ya la he eliminado, para evitar que los de Blogger o que incluso la ley norteamericana se ponga en mi contra. Pero que espere, que espere: dentro de poco, voy a saber yo más de legislación que ellos. Es broma, pero últimamente creo que estoy demasiado cerca del ámbito jurídico... Maldita Traducción Jurídica...

En cualquier caso, esto puede significar que pronto actualizaré. ¿Sí? Quién sabe... Ni yo lo sé, la verdad. Pero me da pena que estoy se quede abandonado. Así que, próximamente... ¡Actualización!

lunes, 14 de noviembre de 2011

Viaje a Holanda: noviembre de 2008 (borrador)

[Parece ser que he vulnerado algún tipo de derecho de autor de Estados Unidos, cuya legislación, desgraciadamente, no conozco, al poner dos imágenes normales de mapas de Europa, con la localización de Holanda. Para evitar más problemas, he suprimido esas dos imágenes].

Antes que nada, no va a ser tan largo como el de Grecia (para vuestro alivio, supongo). Fueron tres días, así que nos dio tiempo a bien poco. Lo primero: ¿qué hacía yo en Holanda? A ver: mi madre tenía que llevar un libro a una exposición en Rotterdam, así que yo la acompañé. Después de hacer lo que tenía que hacer allí tuvimos unos días libres, y ahí es cuando aprovechamos.

Tampoco voy a hacer una introducción tan enorme como la de Grecia. Brevemente, Holanda está situado, como veréis en el mapita, al norte de Bélgica y al oeste de Alemania. La capital oficial de los Países Bajos es Ámsterdam. Dice la Wikipedia que Holanda se divide en Holanda Meridional (cuya capital es La Haya) y Septentrional, pero no os voy a hacer un lío y de paso a hacérmelo yo. El idioma oficial es el holandés (o neerlandés, más información en la Wikipedia), que se parece muchísimo al alemán (al menos, a simple vista). Pero se defienden estupendamente con el inglés (de hecho, siempre que preguntábamos nos respondían en un inglés correctísimo, estupendísimamente pronunciado y además muy amablemente).

Los días:


3 de noviembre. Madrid-Ámsterdam-Rotterdam
En Ámsterdam nos recogieron y nos llevaron a Rotterdam en coche (una hora más o menos). Allí fuimos al museo en el que teníamos que dejar el libro. Es curioso que yo también figuraba junto a mi madre (como "daughter" xD). Después nos dio tiempo a bien poco porque a las cinco y pico empieza a anochecer y la gente se va a su casa. A las siete ya es de noche.




Otra cosa que nos llamó la atención fue la cantidad de bicis que había (en Rotterdam y en Ámsterdam). Las calles están perfectamente preparadas para ellas (no como aquí). En Rotterdam, y también en Ámsterdam hay, además de la enorme cantidad de bicis, tranvía, metro y autobuses (claro).


Las bicis

El día 4 de noviembre fuimos al museo, donde vieron cómo estaba el libro y tal (es curioso ver cómo es una exposición "desde dentro", es como un rodaje) y luego lo colocaron, con muchísimo cuidado, en una vitrina (hablamos de un libro, si no recuerdo mal, del siglo XV o XVI). Después fuimos a la estación de tren y allí cogimos uno que nos llevó a Ámsterdam. Los trenes se parecen a los de cercanías de Madrid, aunque los asientos son más acolchaditos, hay más espacio entre cada uno... Bueno, pero tampoco es muy importante.



¡Qué pedazo de -como diría la de Historia del Arte xD- semáforo!

Ya en Ámsterdam, fuimos al Museo Van Gogh (en el que no aceptaban el carné de estudiante ¬¬), en el que encontramos cuadros de más pintores cuando menos te lo esperabas (impresionistas, sobre todo). Además vi unos cuadros de Van Gogh de los que nunca me habían hablado: por la época de Van Gogh, por si no lo sabíais, creció el interés hacia los elementos de Oriente (pinturas, etc.), y Van Gogh hizo versiones de pinturas japonesas conocidas. Luego me compré una lámina de un cuadro suyo de unos almendros. Precioso. Además, vimos su autorretrato y los girasoles, claro. Después dimos una vuelta pero, otra vez, se nos hizo de noche en seguida. Fuimos a un mercadillo conocido pero ya estaba cerrando (y no eran ni las seis).


Un paisaje típicamente otoñal

Al día siguiente, 5 de noviembre, dimos un paseazo por la ciudad. Volvimos al mercadillo y compramos varias cosas, pues estaba todo tirado de precio y no era malo, precisamente. Después, andando, fuimos a la casa de Ana Frank. Aunque el camino fue algo largo, era agradable porque íbamos pasando por los canales de la ciudad (pues tiene muchos: es conocida como "La Venecia del Norte"). La casa de Ana Frank (no sé por qué, pero no sabía que estaba en Holanda) está restaurada de tal forma que parece más un museo que una casa. Se van atravesando las salas y algunas son las habitaciones (sin amueblar, por voluntad del padre) y otras tienen cosas expuestas (como un museo -de hecho, es un museo-). En ese sentido, aunque impresiona (ahí estuvieron), también me decepcionó un poco porque podía ser pero también podía no ser la casa de Ana Frank.



Los canales

Después fuimos a la plaza Dam (como la Plaza Mayor aquí, en Madrid; era enorme). Es curioso que, al volver y al preguntar cómo se iba al Museo Van Gogh (nuestro punto de referencia) nos decían que era un paseazo, que era mucho tiempo, que cogiéramos el tranvía... ¡Y eran unos veinte minutos! Claro, como ellos van en bici a todas partes... Es curioso también que, al cruzar la calle, tienes que ir por partes: primero, las bicis, y luego, los coches y los tranvías.



Más de lo mismo, que no deja de ser precioso




La plaza del Damm

Y nada más. Fuimos al aeropuerto (qué pesaditos con los líquidos, etc.; la maquinita me dio el asiento que le dio la gana -no sé para qué pregunta-...), cogimos el avión (que se retrasó un poco ¬¬) y volvimos a Madrid.

Espero que no os hayáis aburrido mucho, si es que lo habéis leído. Qué bonitas las fotos, ¿no? Claro, como no salgo en ninguna...

miércoles, 20 de abril de 2011

A este paso, batiré el récord...

... Aunque no me haga mucha ilusión, sí, voy a batir el récord de más tiempo sin escribir en el blog. Al menos, mi propio récord. Qué lejos queda aquella producción masiva de entradas...

Pero no os voy a aburrir con reflexiones que no tienen final (para eso tengo los ratos del camino al metro y las horas en las que no puedo dormir), sino que, simplemente, voy a contar un poco qué es de mí, que estoy desaparecida.

A la falta de imaginación para crear una entrada y a la falta de tiempo para lo mismo hay que añadir que he estado unos dos meses y pico sin internet, en los que, al final, he podido sobrevivir con un módem usb que iba a pedales pero que me ha permitido hacer y entregar los diversos trabajos que me han ido pidiendo (qué le vamos a hacer: para bien o para mal, todo está cada vez más informatizado). Además, se acercan los exámenes, pero antes de los exámenes están los trabajos (que te impiden estudiar porque consumen gran parte de tu tiempo).

Y hablando de consumir tiempo, ahora estoy trabajando o, mejor dicho, "trabajando", ya que no cobro. Estoy en una ONG haciendo de intérprete y, como es trabajo de voluntariado, no me pagan. Pero bueno, la experiencia no me la quita nadie (y, tal y como están las cosas, te piden experiencia para cualquier cosa, y esa experiencia solo se puede conseguir trabajando, pero para trabajar te piden experiencia, y esto se convierte en la pescadilla que se muerde la cola o, si lo queréis más ¿actual?, ¿friki?, se convierte en un bucle). En fin, eso me servirá para ganar experiencia, como digo, y así se me abrirán otras puertas (sí, sí, tengo los pies en la tierra: no me haré ilusiones).

Y así es cómo estoy pasando las vacaciones: trabajando sin parar. Además, hoy he ido a la ONG de paseo, como quien dice, porque no se ha presentado la chica a la que tenía que interpretar. Como una tiene todo el tiempo del mundo...

Nada más, espero (¡espero!) poder actualizar con más frecuencia y con algo medianamente interesante.

Gracias a todos los que me leen y comentan, si es que todavía quedan.

martes, 8 de febrero de 2011

¡Uf!

Laura: ¿Ves cómo tenías que esperarte a la nota antes de ponerte así?
Genrou: Pero... es que no estaba para aprobar...
Saki: Cosas de medias. ^^

Genrou: Bueno, pues parece que cada vez me alejo más de septiembre. ¡Pero todavía es pronto para cantar victoria! (¡Aparición estelar de la plantilla de ラウラの世界!)

lunes, 7 de febrero de 2011

Y más de lo mismo

Desde el último examen, no había vuelto a escribir ni en la libreta de Pac Man que suele acompañarme, ni en el blog. De un examen, el de Técnicas de Interpretación Consecutiva I, del que salí bastante satisfecha conmigo misma (a pesar de que solo fue un siete, que se convirtió, gracias a los estúpidos porcentajes, en un seis, pero de las notas y de los dioses, perdón, profesores, hablaré en otro momento) a un examen , el de TIC II, que me salió fatal. Me ahorraré detalles, ya que bastante tengo con revivir en mi cabeza la escena del examen una y otra vez, escena que empeora, si cabe, mis noches, si ya de por sí duermo poco y mal.

Parece que no aprendo o parece que la situación se repite una y otra vez. No sé, el caso es que me encuentro sin fuerzas de seguir, porque nada merece la pena. Y no es que se trate de una sensación derrotista, sino que es la sensación de ir subiendo una pendiente que, a pesar de todo el esfuerzo que se emplee, se hace cada vez más y más empinada, hasta llegar a formar un ángulo de 90º. Es decir, que  terminas resbalando hacia abajo sin remedio. 

Y sé que mis metáforas resultan un tanto extrañas, pero es que esa es la sensación. Da igual cómo lo hagas, da igual que te esfuerces continuamente en subir hasta la cima de la montaña: siempre habrá alguien que, cuando te quede poquísimo para llegar y plantar de una vez la bandera, la inclinará y la inclinará. No vale la pena resistirse: hagas lo que hagas, terminarás resbalando y cayendo hasta abajo. Y vuelta a escalar.

No es pesimismo, no es derrotismo, es asimilar la situación: ya en tercero de carrera va siendo hora de asimilarla. Lo que sé es que nadie, saque las notas que saque (ya que esto, todavía, son elucubraciones), va a decir si soy buena o mala traductora o intérprete, que las notas en la carrera no determinan, ni de lejos, cómo será tu trabajo en el futuro. Claro que esas notas molestan bastante, ya que en muchas ocasiones se convierten en obstáculos. Pero, al final, tendré mi título y mientras (espero), mi nivel de japonés será lo suficientemente bueno como para hacerme valer no por mi licenciatura en Traducción e Interpretación, sino por mi Nôken (sea cual sea) y por un "por cierto, soy licenciada en Traducción e Interpretación"; pero después de haber demostrado mis conocimientos de japonés.

Es una pena, pero licenciados (o graduados, si habéis tenido la desgracia de pillar -o de que os pille- Bolonia) los hay y los habrá a patadas. Hay que hacerse valer y poco importan las notas que se vayan obteniendo durante la carrera. Ya digo que esas notas solo serán obstáculos si te interesa una beca o si quieres mostrar tu currículum. Pero, a efectos prácticos, lo que importa es la capacidad de cada uno. Y la experiencia. Y eso, seamos realistas, no lo da la carrera.

No sé si es pesimista u optimista, pero es la verdad. Y con esto, una entrada más para el blog. Mañana, vuelta a la normalidad.

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