Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

viernes, 20 de agosto de 2010

Viaje a París (12-18 de agosto de 2010)

El jueves llegamos a París. Como siempre tiene que pasar algo, y los viajes en avión son especialistas en ello, esta vez sucedió que nos perdieron la maleta. Yo ya la daba por perdida, pero a la una y pico de la mañana, después de decir que a las cinco (de la tarde) llegaría a París, la trajeron. Bien por ellos, si me permitís la ironía. (Si la maleta no hubiera llegado, habríamos tenido que estar con la misma ropa tooodo el viaje).

A la hora a la que llegamos teníamos mucha hambre, así que nos tomamos una auténtica tortilla a la francesa, una omelette, y yo de postre me tomé un crêpe (me encantan). Dimos un paseo por el centro, por donde estaba el hotel: el barrio de Marais (que dicen que es un poco como Chueca... bueno, no lo es tanto), situado en el 4ème arrondissement.

Explicación de Saki: La ciudad de París (y también Lion y Marsella, si no recuerdo mal) está divivida en arrondissements, que vienen a ser como distritos. Cuanto más pequeño el número, más cercano al centro de la ciudad:

Típico cartel de las calles parisinas.
Pasamos por el hotel de Sully, que desembocaba en la plaza des Vosges, donde había un parquecillo (el parque de Luis XIII) y donde estaba la casa de Victor Hugo.

El hotel de Sully, uno de esos típicos "hoteles" de París, que antaño fueron palacetes particulares.

A partir del 13 de agosto, veamos qué más cosas vi durante todo el viaje, sin detenerme en qué día las vi:

Lo primero es la típica torre Eiffel. Supongo que sabréis que, cuando se construyó, se hizo de manera provisional, es decir, que llegaría un momento en que la quitarían, pero tuvo tanto éxito que la dejaron. De hecho, tiene tanto éxito que está llena de turistas, como siempre. Me da rabia que la gente vaya sola y exclusivamente a hacerse fotos, sin saber ni dónde está ni qué es lo que está viendo... Pero dejo estas reflexiones para cuando lleguemos al Louvre. Como iba diciendo, había tanta gente que no pudimos subir. Pero, aun así, me pareció muy bonita:

La torre Eiffel. Parece una postal...
París (y Francia) es conocida por la gran cantidad de artistas que albergó (especialmente, por lo vanguardista que ha sido siempre). Así, tenemos varios museos; el de Orsy y el del Louvre son los más conocidos. El primero cubre la etapa del Impresionismo, así que sería la continuación del Louvre. En apariencia, muy bien organizado, la verdad. Sin embargo, el museo de Orsy fue un poco decepcionante no porque estuviera lleno de gente (que lo estaba), sino porque estaba fatal organizado, se visitaba de manera caótica y me quedó la sensación de que me dejaba cuadros por ver... ¿Dónde estaban los conocidos carteles de Toulouse-Lautrec que, sin embargo, sí se encontraban en la tienda del museo? Es curioso que me gustó mucho más la exposición que en su momento celebró aquí en Madrid Mapfre, que consistió en una selección de lo mejor del Impresionismo (de hecho, muchos cuadros fueron tomados del museo de Orsy). De todas formas, pude ver cuadros de Van Gogh, Monet, Fantin-Latour (sigue sin gustarme demasiado), Gauguin, Pisarro... Y todo sin pagar, porque era menor de 24 años. Como curiosidad, el museo era antes una estación de tren.

Otro monumento muy conocido de París es la catedral de Notre Dame, famosa por la obra de Notre Dame de París, de Víctor Hugo, novela más conocida con el título que le pondría Disney a la adaptación cinematográfica El jorobado de Notre Dame. (Tengo ganas de leerla...) Una vez más, era demasiado turística. La gente no guarda ningún respeto por nada y eso se notaba: más que una iglesia, parecía un mercado, aunque no dejaban de impresionar las vidrieras y la estructura de fuera, ambas totalmente del Gótico.

Notre Dame de París desde la isla de Saint Louis.
Detalle de la catedral. Las esculturas de los reyes fueron destruidas (ahora están restaurados) durante la Revolución Francesa, porque se creyó que representaban a reyes franceses y no a lo que realmente representan: los 28 reyes de Judea.
El enorme rosetón del portal central.
Quizá menos conocida es la catedral de Saint-Germain-de-Prés; de hecho, yo la conozco gracias a Civilización Francesa. Estudié que se trata de una catedral merovingia. Por lo que vi, era totalmente del Románico.

Después nos tomamos un chocolate caliente, también muy típico, y además llegué a la conclusión de que no es que nos clavaran sistemáticamente sino que, simplemente... ¡todo es muy caro! Debió ser aquel día cuando probé el pain au chocolat, que me recordó un poco a la ensaimada, pero quizá un poco más basto.

Todos estos días hizo un tiempo horrible: frío, lluvia... para lo que no íbamos preparados, claro.

El otro museo que hay que visitar en París es el famosísimo museo del Louvre, cuya pirámide, situada en la entrada, se ha hecho muy conocida gracias al best-seller El código da Vinci. Si el de Orsy me decepcionó, este lo hizo aún más: muchísima gente, como siempre, que solo va a ver las obras más conocidas del museo: La victoria de Samotracia, La Venus de Milo y, sobre todo, La Gioconda, la conocidísima obra de Leonardo da Vinci. Sinceramente, me parece muy pobre ir a ver lo que te dicen que tienes que ver, sin saber qué estás viendo, y encima no dejas disfrutar a los que verdaderamente quieren ver el museo. Me sorprendió que maravillas como La libertad guiando al pueblo (de Delacroix; puede que os suene por Coldplay) o Las bodas de Caná (de Veronés, e impresionante sobre todo por su tamaño) no tuvieran una mínima protección, mientras que La mona Lisa contara con un cristal doble y una cuerda para contener a la gente, y con muchísimas más personas mirando... En fin, es lo que hay. Había mucha pintura española, francesa; parece ser que había cuadros de Ghirlandaio, Rubens... pero no pude verlos. Me apunto volver al Louvre (antes de que cumpla 24, si es posible), en un momento en que haya menos gente, si es que existe.

Otro museo muy conocido es el centro de arte Georges Pompidou, del estilo del museo Reina Sofía de Madrid, pero no pudimos ir por falta de tiempo. Al museo Carnabalet, el museo de la historia de París, en cambio, intentamos ir varias veces, pero siempre nos lo encontrábamos cerrado. Además, el tiempo seguía sin acompañar.

Además del queso, buenísimo como todos los quesos del mundo, probé los macaron, que me recuerdan al mazapán:
La imagen la he sacado de Google, pero en la realidad eran así de coloridos.
 También es recomendable pasear por la isla de Saint Louis, una de las dos islas de París (la otra es la de la Cité, donde se sitúa la catedral de Notre Dame, y ambas islas están conectadas mediante muchísimos puentes), donde parece ser que puedes tomar el mejor helado de París (no lo negaré, porque estaba buenísimo) y por el barrio latino, cuyo nombre se debe a que ahí es donde estaba (y está) la universidad de la Sorbona, cuyos estudiantes hablaban latín. Por el barrio latino parece ser que hay muchas tiendas de cómics y manga, pero no pude encontrar ninguna. Eso sí: vi un manga café, una especie de biblioteca pero de manga. Quién tuviera algo así aquí en Madrid...

Os dejo la calle por si algún día vais.

Y vuelvo a hablar de comida: dos delicias parisinas más para recomendar: la sopa de cebolla y el croque-monsieur. La primera no es tanto por el hecho de ser de cebolla, sino porque tiene... ¡queso! Tiene queso fundido: sopa más queso es igual al paraíso. En fin, parece ser que la soupe à l'oignon es como el chocolate con churros de aquí: después de una noche de fiesta, te tomas la sopa y a dormir. El croque-monsieur a lo mejor lo habéis visto en el Vips, aunque creo que no es igual (claro). Era un sandwich con bechamel. Vamos, buenísimo.

El último día paseamos por el barrio de Montmartre, típico barrio parisino conocido por el Moulin-Rouge, porque era el barrio adonde iban todos los pintores bohemios (Toulouse-Lautrec, por ejemplo) y porque ahí se desarrolla la película de Amélie. Sin embargo, este barrio era, una vez más, demasiado turístico (sin mencionar la enorme cantidad de sex-shops que había... vamos, un poco como ir por la calle Montera de Madrid pero a lo grande). Allí estaban el cementerio de Montmartre, donde se encuentran entrerradas muchas personalidades francesas (aunque el turismo por cementerios nunca me hizo mucha gracia) y la iglesia del Sagrado Corazón, que impresionaba más por fuera que por dentro; de hecho, por dentro me pareció bastante fea. Fue bombardeada durante la Segunda Guera Mundial y hubo que reconstruirla. Lo que me gusta de las pocas iglesias parisinas que he visto es que no "huelen tanto a iglesia", como sucede aquí... ¿Será porque los turistas las desacralizan totalmente? Además, se me olvidaba decir que para llegar a Montmartre (a la zona turística) hubo que subir una enorme cantidad de escaleras.

El Moulin Rouge.

La iglesia del Sagrado Corazón.
Y como no podía ser de otra forma, conocí el metro de París. He de decir dos cosas: primero, que era más rápido que el de Madrid; segundo que, a pesar de todo, el de Madrid sigue ganando por goleada (el de París era, con perdón, más cutrecillo). Nos quedamos sin ver Belleville, el barrio en el que transcurren las aventuras de la familia Malaussène (novelas de Daniel Pennac que recomiendo), que es como Lavapiés (una vez más, lo comparo con Madrid).

Estación de Saint-Paul.
Y con esto terminamos. Eso sí, voy a deciros algunas curiosidades, algunas cosas que me llamaron la atención de París:

Primero, los semáforos. No sé por qué, pero no tenían intermitente; es decir, que pasaban del verde al rojo en un momento... y te pillaban en medio del paso de cebra.

Segundo, las terrazas. Los cafés de París son muy típicos y la gente se sienta, al contrario que aquí, unos al lado de los otros. Me explico: al menos en España (aunque a mí no me gusta demasiado), nos sentamos enfrentados, uno enfrente del otro, mientras que allí se sientan uno al lado del otro ("para ver el mundo pasar"); no deja de ser curioso. Y hablando de las cafeterías parisinas... El café estaba muy bueno.

El Sena. Nada que envidiar al Manzanares.
Tercero, en París había muchísimos restaurantes de comida japonesa. También los había de comida china y vietnamita (las dos comidas juntas). También vi unas cuantas tiendas japonesas, muy curiosas, aunque me quedé sin ir a la librería japonesa de la que había oído hablar.

Cuarto, me fijé varias veces en que, al lado de los letreros de las calles, había unos ¿cartelitos? con unos marcianitos parecidos a los de Space Invaders... Y ahí lo dejo.

¿...?
Quinto, pero no menos importante, ¡¡los croissants!! Buenísimos, nada que ver con los de aquí. Eran muucho más grandes. Y más ricos.

Sexto, los escaparates de las pastelerías (boulangerie para el pan y patisserie para los pasteles) no te los podías perder: había muchísimos pasteles, a cual más atractivo para la vista.

Séptimo, las bicicletas. Mucha gente las utiliza: hay incluso un servicio de alquiler: tenías una tarjeta (como quien tiene el abono transporte), te acercabas a un sitio donde estaban las bicis, pasabas la tarjeta... y ya tenías bicicleta. (Y sin haberlo pensado...)

Y octavo, el barrio judío. Podías imaginarte perfectamente cómo fue durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial... Tenía restaurantes (allí comí Falafel; la verdad es que la comida me recordó un poco a la turca) y pastelerías (lástima que la más conocida estuviese cerrada por vacaciones).

¿Por qué no puedes encontrarte estos carteles en España?


Y eso es todo. Espero que os haya gustado. Espero que no se os haya hecho muy pesada de leer.

(Para escribir esta entrada, nada mejor que Zaz como música de fondo).

8 comentarios:

Korin RESPONDER dijo...

Que de cosas aprendo leyéndote xD

Lo de las bicicletas, no estoy segura de como funciona, pero en BCN hay una cosa parecida xD (No me informo, para que, si no sé ir en bici xD)
Entonces ¿se come bien? No sé, eso de la sopa con queso no acabo yo de verlo ó_ò

¡Eh, no sales en ninguna foto! Muy mal, Gen, muy mal, nosotros queremos verte ò_ó

Y lo más importante, ¿te lo pasaste bien? =3

Genrou RESPONDER dijo...

¡Me alegro! ^o^ Es posible que lo haya en Barcelona... Es más moderna que Madrid en muchos aspectos xDU

Pues sí, la sopa con queso estaba realmente buena ^o^

He evitado todas las fotos en las que salgo xD (Que, por otra parte, son bastante pocas... xDD Afortunadamente).

Y sí, me lo pasé muy bien, me encantó la experiencia. ^-^

¡Muchas gracias por comentar y nos leemos en el Twitter! (Gin... ;__;)

Victor Abarca Ramos RESPONDER dijo...

¡Qué preciosidad de fotos, laura! se nota que estás disfrutando muchísimo del viaje. una de mis tareas pendientes es ir a parís, pero sobretodo por sus museos, el estilo arquitectónico me parece una pasada, pero bueno...habrá que verlo también.

A quién no sabes a quién vi este año en uk? al polaco!!!! te tengo que contar un montón de cosas.

un besazo

Genrou RESPONDER dijo...

Sí, no debes perderte ni París ni sus museos.

¡¿Qué me dices?! Sí, sí, sí, a ver si a principios del mes que viene podemos vernos algún día aunque sea, espero que todo te vaya muy bien.

Laura Moreno RESPONDER dijo...

Hola! Ya te dije que leia tu blog de vez en cuando pero nunca te habia comentado, que mejor momento que este que llegue ayer de Francia!
Me ha gustado mucho tu reportaje :) se nota la influencia de cuatro jaja ya cuando nos veamos tenemos que contrastar opiniones, pero coincido en muchas cosas contigo :P
Besitos!

Genrou RESPONDER dijo...

¡Anda, hola, tocaya! Jajaja sí que se nota su influencia, quizá demasiado... Pero por lo menos hemos aprendido con ella (aunque quizá más de lo necesario).

¡Gracias por comentar!

Rayo RESPONDER dijo...

uooo uooo uooo paris pariiiiisss fuaaa viajazo por dios y k bonita las fotos yo fui de pekeño pero ya ni me acuerdo y no vi ni la mita k tu as visto k aprendo y todo leyendo tu bloq jajaja k pena k no pongan por aki por la costa algo como la torre eifel nose la palmera eifel jajajaja espero poder ir otra vez en estos tiempoo y verr todass esas cosaas y sobree tooo espero k lo ayas pasaoo bieenn

Genrou RESPONDER dijo...

Me alegro de que aprendáis (esa es mi intención, que siempre pueda aprenderse algo nuevo ^^').

Y me alegro de que os guste, ¡gracias por comentar, Hiare!

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