Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

domingo, 5 de octubre de 2008

Parejas raras de Bleach: Orihime Inoue & Jûshirô Ukitake

Hace ya bastante tiempo, Korin nos proponía (o se propuso a sí misma, no sé xD) escribir historias cortas sobre parejas de Bleach que salieron a suertes. Las que me salieron a mí fueron estas:

1. Matsumoto x Soi fong o.o
2. Yachiru x Yamamoto O_OU
3. Isane x Tousen ·_·U
4. Yoruichi x Kaien ·_·U
5. Kira x Kenpachi o_o KK xDD
6. Hisagi x Ikkaku o_o
7. Ukitake x Orihime o_o
8. Nemu x Aizen o_o
9. Shinji x Kaien o_O
10. Renji x Byakuya xDDD De esta sí que hay por ahí...

Aunque todas son bastante extrañas, la de Yachiru por Yamamoto se lleva la palma... Creo que prescindiré de esta xDDD O la haré en un tono más... de amistad xD

Bien, pues hoy escojo la número siete, Ukitake x Orihime. Nunca he hecho esto, así que espero que los resultados no sean muy desastrosos... Ah, ah, y esto es al azar, la culpa no es mía (en todo caso, de Korin xDD <-- Es broma xD).
La historia se sitúa cuando Orihime va a la Sociedad de Almas a entrenarse para ser más fuerte (y para que el grupito de Ichi and company no la deje de lado), pues es el único momento en el que los dos coinciden, que yo sepa. xD


-Ay, me duele la cabeza...
Ayer me había quedado hasta las tantas bebiendo con Shunsui, como siempre. Menudo era, y lo bien que nos lo pasábamos los dos juntos, tomando sake...
Luego, un ataque de tos, como todas las mañanas. Después, me echo la capa sobre los hombros y salgo, mientras me tomo un vaso de té caliente.

Veo que hay movimiento por la Sociedad de Almas y pregunto a Kuchiki qué es lo que pasa.
-¿Hay algún problema, Kuchiki?
-Ninguno, Ukitake-taichô. Es Inoue, que ha venido a entrenar conmigo. Y claro, se han acercado varios compañeros del escuadrón a conocerla.
-Bueno, pues ya va siendo hora de que volváis a vuestros puestos. -Como siempre, me toca poner orden.-Tengo mucho papeleo pendiente.-Ya llegaban Kotetsu y Kotsubaki para ayudarme.

-Eh... ¡Soy Orihime Inoue, señor!- Una chica pelirroja, con un pantalón de chándal y una camiseta rosa, se me había acercado.
-Mucho gusto, Inoue. -¿Qué tenía aquella chica que hizo que por un momento se me quebrara la voz?

Me fui a mi despacho. Tenía frente a mí una montaña de papeles, pero no conseguía concentrarme. Salí afuera y volví a verla. Orihime, se llamaba. Allí estaba, entrenando con Kuchiki. Llevaban muchas horas entrenando, pero eso no parecía importarles.

-Señor, voy a acompañar a Inoue a la puerta de entrada al mundo real y luego vuelvo. ¿Qué le ha parecido nuestro entrenamiento? Porque no se ha perdido detalle...- Era Kuchiki la que me hablaba.

Miré hacia arriba y vi que ya había oscurecido: sólo mirándola, había perdido la noción del tiempo. Me sonrojé un poco. Kuchiki se fue con ella. No iba a poder quitármela de la cabeza fácilmente. Orihime Inoue. Su nombre resonaba en mi cabeza una y otra vez. Orihime Inoue. Orihime Inoue. Orihime...

-¿Qué? ¿Te hace un poco de sake? Veo que estás algo mustio, ¿va todo bien?
-Eh... No, Shunsui, creo que hoy paso. No te importa, ¿verdad? Es que estoy algo cansado...
-¿En serio? Qué lástima. Iré a ver a Nanao-chan, entonces, a ver qué hace.- Este Shunsui... Siempre detrás de la vicecapitana Ise.

Me tumbé en el futón, pero no podía dormir. La luz de la luna se colaba a través de las persianas. Las sombras de la gente que pasaba cerca se proyectaban sobre la pared. Pero yo sólo la veía a ella. Sí. Después de tanto tiempo, yo...

-¡¡Taichô!! ¡¡Inoue ha desaparecido!! ¡¡Y han matado a los shinigami que iban con ella!!

¿Qué sensación es esta? Noto que todo ha acabado, todo se vuelve de color negro y caigo en un agujero también negro que me absorbe sin remedio. Pierdo el sentido. Todo ha acabado. Sí: todo ha acabado. Ella se ha ido y nunca va a volver. Sabías que esto pasaría. Ahora, dile adiós. ¿Qué será de ti? ¿Y de mí? Adiós, Orihime. Ya no te veré más.

Esta historia es de ficción: siento haber manipulado a Ukitake para que se enamorara de Orihime. En realidad, Ukitake debe de estar ahora escribiendo en su despacho o hablando con sus compañeros de escuadrón, vivito y coleando, para que me entendáis. Así que ¡gomen, Jûshirô-kun!

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