Viaje a Grecia: agosto de 2008

Genrou- Bueno, como lo prometido es deuda y más vale tarde que nunca, aquí tenéis un breve resumen del viaje que hice a Grecia.

Laura- Aunque no se puede pedir peras al olmo.

Genrou- ¿Eso a qué viene? ¬¬`

Laura- Nada, nada, ya me vooy... ~~ ¬__¬`

Genrou- En fin... Os pongo un mapita de Grecia con los sitios a los que fuimos:


(El Pireo es el puerto de Atenas. Ahí cogimos el barco que nos llevó a Naxos)

>>Es un poco simple, pero vale ^-^`
>>Ahora vamos con la introducción (¿un poco larga? Bueno, siempre podéis leerla por encima):

Grecia está situada en el extremo meridional de la península Balcánica. Además, cuenta con un gran número de islas. Nosotros estuvimos en Naxos y Santorini (archipiélago de las islas Cícladas, situadas en el mar Egeo, como podéis ver en el mapa), y también en Atenas, la capital.

El idioma oficial es el griego aunque, sobre todo en zonas turistas, se las apañan bien con el inglés. Incluso algunos entienden el español (quizá porque se parece al italiano). Suele hacer bastante calor aunque yo no he notado mucha diferencia con respecto a Madrid.

En cuanto a la comida, son típicos la mousaka (pastel de berenjenas y carne picada gratinado con salsa de tomate y cubierto con bechamel), el yiro (parecido al kebab) y, cómo no, el yogur griego, que no tiene ni punto de compración con el de aquí (siempre que he podido, me he puesto ciega de yogur). También destacan las ensaldas, muy buenas, variadas y con ingredientes naturales. Se les echa, por ejemplo, queso feta. Otra cosa muy buena son las patatas, entre fritas y cocidas, y nada aceitosas. De hecho, la comida griega no es nada aceitosa (alabados sean los dioses). En los sitios donde comíamos no tardaban mucho en atendernos y en seguida nos ponían la cuenta (a veces, metida en un vasito) pero sin meter prisa (digamos que la dejaban muy discretamente). Además, cuando nos sentábamos, nos ponían una jarra de agua (antes de pedir). Todo eso lo vimos más en Atenas.
Los griegos toman mucho café y a todas horas. El café está fortísimo y lo toman en vasos de plástico (al estilo del Starbucks, más o menos), como el frapé (con hielo).

Como curiosidad, en Grecia hay marcas que también hay en España, como el Carrefour (aunque con un nombre griego) o el Champion, Vitalínea (allí, "Vitaline") o Activia, y Fanta (además de la Coca cola, claro). También tienen Fanta sin gas aunque no vi la Zero.
También vi en Atenas el equivalente a El Corte Inglés, Atika.

En cuanto a la ciudad, llaman la antención los semáforos: pasan en seguida, para los peatones, de verde a rojo (pocas veces he visto que tengan intermitente). Aunque, mientras, el de los coches continúa en rojo, hay que tener cuidado porque ellos no lo tienen (no tienen cuidado, digo). Continuando con los transportes, el metro está basstante bien. Es de los mejores que he visto (el de Madrid, aun con sus líneas y estaciones cortadas, etc., está muy bien). Limpísimo, moderno, en algunas estaciones hay vitrinas con restos arqueológicos... Tiene tres líneas y funciona más o menos como el de Madrid (trasbordos; en una andén, una línea -no hay peligro de equivocarse de tren-, etc.).

>>Después de la introducción, vamos con el "día a día":

ATENAS

Lunes, 11 de agosto. Toma de contacto con la ciudad
Llegamos a Atenas hacia la una o las dos de la tarde. Dimos una vuelta por la ciudad y nos echamos un rato, pues el madrugón para coger el avión (en el que, por cierto, nos tocó separados porque la gente ya había cogido sitio por Internet) fue considerable. Ya repuestos (al menos, un poco), fuimos a pasear por la ciudad. Vimos los barrios de Monasteriaki (el barrio turco) y Plaka, y la plaza de Sintagma, todos ellos con muchísimas tiendas cuyos vendedores intentaban atraer a todos los turistas que podían en griego, inglés o, incluso, español.
Vista de la ciudad. Al fondo, la Acrópolis (que se ve desde bastantes sitios)
Martes, 12 de agosto. Visita arqueológica de la ciudad.
Por la mañana fuimos en metro a la Acrópolis (que, por cierto, me la preguntaron en Selectividad xD). Metro (la gente que aparece en la foto pasaba por allí; no la conozco xD)
¡A la Acrópolis! Vimos el Partenón, el templo de Atenea Niké, el Erecteion... Había muchísima gente y el sol pegaba muy fuerte.

Erecteion
Partenón (todo lleno de andamios, el pobre)
Vista de la ciudad desde la Acrópolis

Por la tarde, como hacía mucho calor, fuimos al Museo Arqueológico. Allí tenían también una colección egipcia. Pero algunos museos, como el Louvre o el British, son los que tienen restos griegos muy importantes. Vimos, entre otros, la máscara de Agamenón y un Poseidón (o Zeus, no se sabe con certeza), que reconocí por haberlos "visto" en Historia del Arte.

Un escriba sentado, no El escriba sentado xD

Cenamos en una taberna y allí probamos el pastichio, unos macarrones que forman, apiladitos, una especie de lasagna.

Miércoles, 13 de agosto. Paseo por la ciudad. Ágora
El tercer día decidimos buscar el ágora, la plaza pública de la antigua Grecia y que contenía, entre otras cosas, el mercado. Fuimos para allá paseando y, por el camino, vimos un mercado (que debía ser el mercado central) y entramos para ver cómo era. Había muchos puestos de carne y pescado (también tenían langostinos españoles congelados xD). Olía mucho a carne y nos pareció pelín... sucillo xD: Al lado de los animalillos tenían vasos de café, todo el mundo fumaba, tenían también cabezas de ovejas sueltas, con los ojillos vidriosos...

Preguntando, terminamos en el mercado, es decir, el ágora, pero la "moderna". Allí tenían muchas especias, pues aquí las echan mucho en los platos, dándoles un sabor diferente (por ejemplo, aunque no lo probamos, echan canela en la carne). Pasamos también por Monasteriaki, que tenía muchas tiendas.

Al final encontramos el ágora antigua (la entrada venía incluida en la de la Acrópolis). En realidad, el primer día habíamos pasado por allí pero no supimos que era el ágora. Allí vimos el templo de Hefesto y el museo del ágora. No vimos mucho más porque hacía muchísimo calor.

Ágora (al fondo, se ve la Acrópolis)
Al fondo, el Museo del Ágora (de estilo neoclásico)
El templo de Hefesto

Como conclusión, Atenas es una ciudad como otra cualquiera. Las hay más bonitas. No quita que los monumentos sean preciosos.

NAXOS
Jueves, 14 de agosto. Rumbo a Naxos
El cuarto día nos volvimos a pegar un madrugón de espanto para coger el barco que nos llevaría a Naxos. Pero el madrugón no fue lo único infernal, no: lo mejor vino en el barco: lleno (llenísimo) de gente y, para colmo, estaba permitido fumar *grito*. eran cuatro horas de viaje, más o menos. Lo mejor, mejor, fue cuando empezó a dar saltos. Para variar, nos tocaron asientos separados y me entraron ganas de vomitar (los saltos que daba no eran normales, en serio; había marejada o lo que sea). Afortunadamente (o no), no vomité... Menos mal que ese día casi no desayunamos...

Por fin llegamos a Naxos.. Antes no me hacían gracia los cruceros (ni los barcos en general), pero después de eso... El puerto estaba atestado de gente. El caos que había allí era increíble.
Conseguimos llegar al hotel, que estaba a pie de playa, la playa de Agio Georgiou ("San Jorge"). Por lo visto, es la mejor de la isla. La playa era bastante turística (con hamacas, chiringuitos, niños, etc.) pero si se andaba un poco (como pasa siempre), ya no había tanta gente, ni chiringuitos (una cosa suele implicar la otra). La playa era como una piscina: no había olas, a no ser que soplara mucho el viento o que pasara, a lo lejos, un barco que se dirigiera al puerto; pero sí tenía algunas rocas y la arena de la zona "desierta" estaba un poco más limpia (en conclusión, qué guarra es la gente.

La playa. En primer plano, donde comíamos. Al fondo, al fondo, al fondo, donde nos bañábamos.

Atardecer en Agio Georgious

Viernes, 15 de agosto. Playa
Fuimos a la playa y por la tarde, a pasear por Hora, la capital, que está muy cerca de la playa y del puerto.

La zona de la ciudad cercana al puerto es muy turística y tiene muchos restaurantes y tiendas, algunas situadas en callecitas que suben por la ciudad y por las que sólo se puede ir hacia delante o hacia atrás. Más adelante, está la puerta del templo de Apolo.
Aunque Naxos es turístico, allí van muchos griegos (no sólo guiris como nosotros). Por algo será, ¿no?

Sábado, 16 de agosto.
Por la mañana fuimos a la playa y por la tarde, no, por el perezón que nos dio, por la cantidad de gente que había y porque se estaba estupendamente leyendo en la terraza.
Para comer tomamos arroz (risoto) con queso, tomate (auténtico) y algo de marisco: buenísimo.

Domingo, 17 de agosto (luna llena)
En la comida tomamos calamar. Nos lo sirvieron entero (y no en aritos) y nada aceitoso.
Dimos un paseo por Hora. me fijé en las pastelerías, especialmente en un sitio de crêpes y yiros. Los crêpes los sirven plegados, en una servilleta, y ves cómo los van haciendo. Pero me quedé con las ganas porque ya íbamos a cenar.
Vimos que las ruinas del templo de Apolo estaban cerca y subimos a verlo. Desde arriba se veía la ciudad. Estas ruinas eran de un tempolo que no se terminó de construir. La puerta se veía muy bonita iluminada a la luz de los focos y de la luna.

Lunes, 18 de agosto. Último día en Naxos
Además de ir a la playa, por la noche dimos otro paseíto por la ciudad. Hicimos fotos del templo y de la ciudad vista desde allí (porque el día anterior no llevábamos la cámara).
La famosa puerta
Vista de la ciudad y el puerto desde allí

SANTORINI
Martes, 19 de agosto. Viaje de Naxos a Santorini
Por la mañana (sobre las ocho) nos dimos un baño de despedida en la playa. Nos dio mucha pena irnos porque allí estuvimos muy a gusto. Después cogimos en barco que iba a Santorini, que era enorme, y no hubo problemas con el sitio por la sencilla razón de que te podías sentar donde quisieras. Y encima tenía zonas para no fumadores (uff). El hotel estaba arriba, en la ciudad de Fira (Thira), la capital: Santorini es una isla originada a partir de un volcán y el hotel estaba situado en los acantilados, arriba.
Dimos un paseo por la ciudad. Está construida de tal manera que hay que subir y bajar muchas escaleritas, y las vistas son preciosas (hay cada casa con piscina mirando al mar...).
¿Os imagináis el volcán?
Al atardecer, las masas se agolpan para hacer fotos.
Pues eso: el atardecer
La pena es que no sólo a esas horas hay mucha gente, sino a todas: es un lugar muy turístico, por ahí pasan (y desembarcan) cruceros y abundan las tiendas de recuerdos (con burritos -ya os hablaré luego de ellos-, postales, imanes, ánforas y lo típico). Eso nos horrorizó bastante y echábamos de menos lo bien (y sano) que se comía en Naxos.

Miércoles, 20 de agosto. Fira y Oia
Por la mañana fuimos al Museo Arqueológico y al de Prehistoria. Al segundo fuimos después porque, aunque lo teníamos al lado del hotel, había tal cantidad de gente (procedente de los cruceros, cómo no), que era imposible andar por allí. Al lado del Museo Arqueológico había un teleférico que bajaba al puerto antiguo (pues, a pie o en burro -lo horriblemente típico de la ciudad, de ahí los burritos que venden en todas partes-, son quinientos escalones -pobres animales-). Allí también se concentraba la masa.
Por la tarde fuimos en autobús (un autobús de línea) a Oia (se pronuncia Ía), ciudad famosa por sus atardeceres. Cómo no, había muchísima gente. Parecía que se iban multiplicando, como en una película de terror.

Hicimos algunas fotos y, cuando conseguimos apartarnos de la masa de gente (el trayecto me recordó a la Capilla Sixtina en "hora punta"), que se paraba a cada momento para hacerse más y más fotos (qué obsesión), cenamos por ahí y volvimos al hotel.

Pues eso: el atardecer (II). Los he visto más bonitos (el de Cádiz no tiene nada que envidiarle)

Jueves, 21 de agosto. Perissa (playa)
Por la mañana fuimos a la playa, situada en el pueblo de Perissa. Tuvimos suerte porque gran parte de la gente fue a otra (no quita que estsa también estuviera masificada). Esta playa es de arena negra y se encuentra en la ladera del volcán. Hacía mucho viento, una vez dentro del agua, el suelo resbalaba (porque había plantas parecidas al musgo) y, cada vez que una ola te golpeaba, podías resbalar y caerte.

La playa

Volvimos a la ciudad y comimos un yiro y un crêpe. El crêpe era de zumo de limón y azúcar y, cuando me lo estaba terminando, me lo tiré por encima (y el zumo estaba hirviendo). En realidad, es que el líquido se iba saliendo por abajo, pero tanto da, me puse perdida...
Cenamos en una taberna típica griega y de postre probamos la baklava, parecida a los pastelillos árabes.

Viernes, 22 de agosto. Santorini- Atenas- Madrid
El viaje de Santorini a Atenas duró media hora y después tuvimos que hacer tiempo en el aeropuerto de Atenas hasta las tres (para facturar las maletas) y luego hasta las cinco (la hora a la que salía el avión). Pero, cómo no, el avión se retrasó una hora. De todas maneras no fue un viaje largo, de esos que llegas agotado, y en el aeropuerto la espera tampoco se hizo excesivamente larga.
La hora que íbamos a ganar (pues en Grecia es una hora más que aquí), la perdimos con el retraso del avión.
Además, el día anterior nos habíamos enterado de lo que había pasado en Barajas, y al día siguiente teníamos que coger dos aviones y claro, el retraso del avión nos preocupó más. Afortunadamente, no pasó nada.

Al llegar a casa, Molly se puso muy contenta cuando nos vio.

>>Bueno, pues ya está. Espero que no se os haya hecho muy largo y que os haya gustado. ^0^