Escuchando: Sayaendo (NEWS)
Lo último que he comido han sido unas cerezas y ahora estoy bebiendo agua.
Tengo abierta la página web de Akatsuki no Fansub por si ponen en descarga directa el nuevo capi de Bleach, aunque ya casi me lo he bajado del Ares. También tenía abierta la de Kawaii Radio.
xD
Llevo un mes frenético. Me daba un poco de pereza escribir sobre mí pero voy a hacer un esfuerzo. En fin, el lunes tenía pensado ir a la universidad. Pero cuando llego a Pirámides (que es la estación de cercanías en la que me tengo que montar), me encuentro con que ningún tren pasaba por Cantoblanco (que es donde está la universidad). Esto se debe a que han tenido la genial idea de alterar un montón de líneas (demasiado difícil de explicar y de comprender), y ahora ya no hay ninguna directa Pirámides-Cantoblanco. Así que me toca hacer trasbordo en Atocha. Claro que, hasta que nos dimos cuenta (pues, afortunadamente, ese día me acompañó mi madre. Sonará raro, pero parece que ahora la moda es que te acompañen tu padre, tu madre y toda tu familia... Y si no, remontaos -bueno, me remonto yo xD- a la prueba de Traducción... Ozú xDD), se nos fue la mañana. Así que nada, lo dejamos para el miércoles. Ese día intentamos un trayecto alternativo, pero al final lo mejor es ir hasta Atocha, pues "Todos los caminos conducen a Atocha" (xD). En fin, allí vi que no pude recoger el sobre (hay días especiales), ni hacerme la fotito, ni nada. Además, tenían que mandarme la carta de admisión... ¿Qué carta de admisión? Pues la que estaba en el buzón ese mismo día, cuando volví (que por cierto, habían abierto la carta... desde luego...). O sea, que además de "Apto" o "No apto", luego te tenían que admitir... vamos a ser cuatro monos. De hecho, por lo que tengo entendido suspendió bastante gente... En fin, la semana que viene, más.
Pero lo que más me fastidia es el cambio estúpido que han hecho en las líneas, pues no le veo necesidad. Aunque me parece que así han podido incluir la universidad de Comillas, claro... Y mejor me callo, porque si no me pongo a poner a parir a todo lo privado y a los que contribuyen a que lo público sea una mierda. Y esta vez no es sólo el PP, sino también el PSOE. Que esto está lleno de colegios concertados, y no puede ser.
En fin, ayer me tocó ir al dentista, pues me tienen que quitar las muelas del juicio. ¿Y por qué? Porque van a salir mal y demás, y la labor de todos estos lustros con aparato se iría a la mierda. Claro que me habían dicho que eran dos. Me voy al dentista que me recomiendan y me dice que son las cuatro. Además, me da dos posibilidades: hacerlo en dos días (de dos en dos) o hacerlo en un sólo día, con anestesia general y con noche en el hospital. ¡Por Dios! Sería increíble tener que ir al hospital para eso, como si fuera una operación más grave... Es decir, que me asusta eso de dormirme y tal... Ya sé que no me enteraría (quizá eso me asusta más), pero es que no lo veo necesario... Si me tuvieran que operar de algo, pues sí, pero ir a un hospital sin motivo...
Además, me dice que tengo las muelas del juicio muy desarrolladas... Vaya por Dios, para una cosa que tengo muy desarrollada... (xD). En fin, me da que pediré una segunda opinión (pues desgraciadamente, ni mis padres ni yo entendemos de eso... ¿Desgraciadamente?).
Y ahora, un poco de información de carácter cultural e histórico (si es que habéis llegado hasta aquí). Hoy es 17 de julio y es el aniversario de, además de otras cosas de las que no me apetece escribir, el golpe de Estado que se llevó a cabo en 1936. Tanto hay que olvidar, hay que olvidar, y me temo que todo esto se ha olvidado. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó con los vencidos? Porque a mí esa tontería de que en la guerra pierden todos no me la creo.
Pues el 17 de julio (y no el 18) se llevó a cabo este golpe de Estado que, como no triunfó en toda España, dio comienzo a la Guerra Civil Española.
¿Y qué pasó al terminar esta guerra? Pues que el bando de Franco se alzó con la victoria (no lo pondré con mayúsculas) y fue una pérdida no sólo demográfica sino también cultural. Los intelectuales o murieron (fusilados o en las cárceles franquistas), o se exiliaron (muchos países se pegaban patadas para acogerlos). Todo a la mierda, y así seguimos, con los restos, como el "poso" del café, aunque me temo que ese poso se va a quedar para siempre.
Sobre esto, recomiendo Los girasoles ciegos (Alberto Méndez) y La voz dormida (Dulce Chacón). Y de películas, no recomiendo para nada Las trece rosas (de hecho, en la revista del instituto escribí una crítica con la que me quedé a gusto).
Y mientras, la Cruz de los caídos sigue en el mismo sitio, mirándonos desde su valle, al igual que nosotros podemos verla desde diferentes sitios. También la Iglesia sigue impune, con todas las barbaridades que hizo. También los nazis que se refugiaron aquí. Todos impunes. Mientras, los fusilados siguen aguardando en alguna fosa común a que sus familiares, mayores ya, los encuentren.
¿Que hay que olvidar? Es increíble. Aunque bueno, ya sabemos quiénes lo dicen y por qué. Hay que olvidar, pero luego bien que traen a la memoria la Reconquista y nos hablan de la unidad de España. Qué cosas, en un país en el que cada comunidad (¡empezando por Madrid!) hace lo que le da la gana, a pesar de lo que diga el Gobierno.
No se trata de simple rencor, se trata de que los fieles al bando fascioso han tenido su reconocimiento y su cruz y vete a saber qué más... Qué injusto, ¿no?
Aunque el Gobierno haya hecho cosas, sinceramente, aún queda mucho, pues ahí está la Iglesia, omnipresente (no es Dios el omnipresente, sino la Iglesia -y sus secuaces-), detrás de todo, esperando a que unos digan blanco para decir ellos negro. Qué tristeza de país, sinceramente. Cada vez que se prohíbe algo (yo qué sé, fumar, por ejemplo), media España se lanza en plancha contra el enemigo.
Es verdad que hay dos Españas. Se las puede nombrar como se quiera, aunque no los rojos y nosotros... Quizá no se puede expresar con palabras y no es sólo ideología. Pero está claro que esto no puede ser. Ah, y no me refiero con las autonomías y con esas chorradas antivascas y anticatalanistas (¿qué les pasa a los madrileños con los catalanes?). Yo qué sé, no tengo palabras.
El caso es que lo voy a dejar aquí, que tampoco es plan de aburrir sin motivo. Siento el desvarío pero lo escrito, escrito está.
Pero lo que más me fastidia es el cambio estúpido que han hecho en las líneas, pues no le veo necesidad. Aunque me parece que así han podido incluir la universidad de Comillas, claro... Y mejor me callo, porque si no me pongo a poner a parir a todo lo privado y a los que contribuyen a que lo público sea una mierda. Y esta vez no es sólo el PP, sino también el PSOE. Que esto está lleno de colegios concertados, y no puede ser.
En fin, ayer me tocó ir al dentista, pues me tienen que quitar las muelas del juicio. ¿Y por qué? Porque van a salir mal y demás, y la labor de todos estos lustros con aparato se iría a la mierda. Claro que me habían dicho que eran dos. Me voy al dentista que me recomiendan y me dice que son las cuatro. Además, me da dos posibilidades: hacerlo en dos días (de dos en dos) o hacerlo en un sólo día, con anestesia general y con noche en el hospital. ¡Por Dios! Sería increíble tener que ir al hospital para eso, como si fuera una operación más grave... Es decir, que me asusta eso de dormirme y tal... Ya sé que no me enteraría (quizá eso me asusta más), pero es que no lo veo necesario... Si me tuvieran que operar de algo, pues sí, pero ir a un hospital sin motivo...
Además, me dice que tengo las muelas del juicio muy desarrolladas... Vaya por Dios, para una cosa que tengo muy desarrollada... (xD). En fin, me da que pediré una segunda opinión (pues desgraciadamente, ni mis padres ni yo entendemos de eso... ¿Desgraciadamente?).
Y ahora, un poco de información de carácter cultural e histórico (si es que habéis llegado hasta aquí). Hoy es 17 de julio y es el aniversario de, además de otras cosas de las que no me apetece escribir, el golpe de Estado que se llevó a cabo en 1936. Tanto hay que olvidar, hay que olvidar, y me temo que todo esto se ha olvidado. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó con los vencidos? Porque a mí esa tontería de que en la guerra pierden todos no me la creo.
Pues el 17 de julio (y no el 18) se llevó a cabo este golpe de Estado que, como no triunfó en toda España, dio comienzo a la Guerra Civil Española.
¿Y qué pasó al terminar esta guerra? Pues que el bando de Franco se alzó con la victoria (no lo pondré con mayúsculas) y fue una pérdida no sólo demográfica sino también cultural. Los intelectuales o murieron (fusilados o en las cárceles franquistas), o se exiliaron (muchos países se pegaban patadas para acogerlos). Todo a la mierda, y así seguimos, con los restos, como el "poso" del café, aunque me temo que ese poso se va a quedar para siempre.
Sobre esto, recomiendo Los girasoles ciegos (Alberto Méndez) y La voz dormida (Dulce Chacón). Y de películas, no recomiendo para nada Las trece rosas (de hecho, en la revista del instituto escribí una crítica con la que me quedé a gusto).
Y mientras, la Cruz de los caídos sigue en el mismo sitio, mirándonos desde su valle, al igual que nosotros podemos verla desde diferentes sitios. También la Iglesia sigue impune, con todas las barbaridades que hizo. También los nazis que se refugiaron aquí. Todos impunes. Mientras, los fusilados siguen aguardando en alguna fosa común a que sus familiares, mayores ya, los encuentren.
¿Que hay que olvidar? Es increíble. Aunque bueno, ya sabemos quiénes lo dicen y por qué. Hay que olvidar, pero luego bien que traen a la memoria la Reconquista y nos hablan de la unidad de España. Qué cosas, en un país en el que cada comunidad (¡empezando por Madrid!) hace lo que le da la gana, a pesar de lo que diga el Gobierno.
No se trata de simple rencor, se trata de que los fieles al bando fascioso han tenido su reconocimiento y su cruz y vete a saber qué más... Qué injusto, ¿no?
Aunque el Gobierno haya hecho cosas, sinceramente, aún queda mucho, pues ahí está la Iglesia, omnipresente (no es Dios el omnipresente, sino la Iglesia -y sus secuaces-), detrás de todo, esperando a que unos digan blanco para decir ellos negro. Qué tristeza de país, sinceramente. Cada vez que se prohíbe algo (yo qué sé, fumar, por ejemplo), media España se lanza en plancha contra el enemigo.
Es verdad que hay dos Españas. Se las puede nombrar como se quiera, aunque no los rojos y nosotros... Quizá no se puede expresar con palabras y no es sólo ideología. Pero está claro que esto no puede ser. Ah, y no me refiero con las autonomías y con esas chorradas antivascas y anticatalanistas (¿qué les pasa a los madrileños con los catalanes?). Yo qué sé, no tengo palabras.
El caso es que lo voy a dejar aquí, que tampoco es plan de aburrir sin motivo. Siento el desvarío pero lo escrito, escrito está.
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